Consultoría, mentiras, y cintas de Aute

El problema de Podemos (porque ya no es sólo el de Monedero) no es que Monedero creara una sociedad para facturar un servicio que, gracias a las maravillosas leyes fiscales europeas, podría haber facturado en un paraíso fiscal de forma legal y pagando cero impuestos.

El problema es que estos tíos fueron al parlamento Europeo y dijeron que cobrar 7000 al mes de dinero publico por ser parlamentarios era una aberración y que donaban todo lo que pasase de 2000 [1]. Que tenían un programa que decía que debería ser ilegal cobrar más de una cierta cantidad (salario máximo igual a 20 salarios mínimos [2]).

Luego llega monedero y factura casi medio millón de euros [5] (65 salarios mínimos españoles) por un servicio de consultoría  que hace a la vez que crea Podemos y que es catedrático de universidad (profesión por cierto en la que también se cobran más de 2000 de dinero público, al parecer esto no implica aberración alguna para Podemos). Para terminar de liarla, ese medio millón de euros es (era) dinero público de Venezuela, de Bolivia, y de Nicaragua. Por ilustrar, la factura corresponde a aproximadamente 450 veces el salario mínimo de Nicaragua [6].

Pero hasta aquí, todo esto era el problema de Monedero. A partir de hoy, es el problema de Podemos: en lugar de pedir a Monedero que se hiciera a un lado, le han apoyado de la forma más enérgica.

Podemos puso un listón «ético», mucho más alto del legal, antes de acceder al primer escaño.

Hoy hemos visto lo que pasa cuando uno de los nuestros pasa flagrantemente por debajo del listón: nada. Exactamente lo mismo, o menos aún, de lo que pasa en el PSOE cuando Elena Salgado se va de consejera a Endesa Chile [3] «porque no es una eléctrica española» o cuando en el PP ponga_aquí_su_desmán (yo me quedo con éste [4])

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